El portafolio en el aula de Ciencias Sociales

La mejora del rendimiento académico del alumnado con el fin de equiparar sus resultados con los valores medios de la OCDE es uno de los retos más apremiantes a los que se enfrenta el profesorado español en la actualidad. La consecución de este objetivo es un desafío arduo, que solo se puede lograr en el medio plazo y en el que intervienen diferentes agentes como la metodología de trabajo del profesorado, el interés y el esfuerzo de los alumnos, así como su propia diversidad, la implicación de las familias en el proceso de aprendizaje de sus hijos y el liderazgo ejercido por la administración educativa.
Uno de los aspectos en los que cabe cierta posibilidad de mejora es, a mi juicio, la coordinación del profesorado de un mismo centro y específicamente de un departamento, en la definición y aplicación de unos estándares de evaluación consensuados y secuenciados en niveles de logro en relación con los objetivos didácticos, competencias básicas y criterios de evaluación. La planificación didáctica se ha convertido en los centros, con demasiada frecuencia, en una tarea meramente burocrática que no garantiza plenamente una unidad de actuación pedagógica y evaluadora dentro de los departamentos didácticos. La asimilación por parte del profesorado de unos indicadores de evaluación consensuados, debe ser el primer paso hacia la mejora de la calidad educativa. Los docentes solo podremos trabajar eficazmente para incrementar las tasas de éxito escolar, si tenemos una idea precisa de lo que deben conseguir nuestros alumnos al finalizar sus estudios en cada uno de los niveles de la ESO y especialmente, al finalizar la etapa.
En mi departamento, al comienzo del curso, nos propusimos como tarea inaplazable la especificación de indicadores de evaluación que medían por niveles de logro y calificación, los aprendizajes alcanzados por los alumnos en cada uno de los cursos de la ESO. Os adjunto una muestra del material que al respecto, incluimos en nuestra programación didáctica: Relación curricular competencias básicas

Cumplido con este objetivo, el siguiente paso es adecuar la metodología didáctica al logro de dichos estándares. Hoy en día, el profesorado es tan diverso en sus enfoques pedagógicos como el alumnado en su rendimiento e inquietudes. Personalmente, cada día apuesto más por metodologías activas como el Aprendizaje basado en Proyectos pero a veces, resulta complicado implicar a una comunidad docente amplia en esta línea de trabajo.

Es por ello por lo que apostamos por el portafolio como documento base de trabajo. Un portafolio es un registro de los materiales creados por el alumnado a lo largo de un curso académico. Aporta una gran cantidad de ventajas con respecto a otros soportes de trabajo diario más tradicionales como el cuaderno de clase ya que unifica el ritmo y el contenido de trabajo del profesorado, evita la dispersión del alumnado y el posible deterioro o pérdida de materiales de trabajo e incorpora técnicas de autoevaluación que permiten que los estudiantes sean conscientes en todo momento, de los progresos que alcanzan a lo largo de su proceso de enseñanza-aprendizaje. A continuación os incluyo los portfolios que hemos diseñado en nuestro departamento para el primer ciclo de la ESO.

Estos portfolios están estructurados a partir de diferentes recursos y materiales didácticos:

1. Recopilación de actividades sobre los bloques de contenidos del currículo, de diferente grado de complejidad, que pueden abordarse desde diferentes metodologías didácticas (enseñanza expositiva más tradicional, aprendizaje por tareas o proyectos e incluso “flipped clasroom”).
2. Materiales de la web Leer.es encaminados al fomento de la lectura y el desarrollo de la comprensión lectora y la expresión escrita. Es una idea extendida, al menos en nuestro departamento, que la competencia en comunicación lingüística es esencial para garantizar un buen rendimiento académico del alumnado. Su trabajo en el aula debe ser intenso y frecuente desde cada una de las materias del currículo. En especial, apostamos de forma reiterada, por este banco de materiales de gran calidad.
3. Fichas de trabajo que pretenden coordinar el logro de destrezas instrumentales básicas aportadas por las Ciencias Sociales, como la lectura y comentario de textos, elaboración de mapas, análisis de gráficos geográficos, estudio de diversas creaciones materiales, realización de ejes cronológicos e investigación de acontecimientos históricos diversos.
4. Herramientas de evaluación como fichas de autoevaluación e indicadores de logro secuenciados por niveles, de manera acorde a lo establecido en la programación, para que el alumnado con la debida ayuda del profesor, pueda medir y registrar sus progresos a lo largo de un curso.

Este poratfolio podría complementarse con un registro de las actividades o tareas que nuestros alumnos realizan con las TIC, creando por ejemplo, sitios web o wikis en las que se recopilarían sus productos o incluso paneles digitales con Scoop.it.

Somos conscientes de que el material presentado contiene aspectos mejorables, pero es el primer paso hacia el objetivo que muchos centros debemos plantearnos en el futuro inmediato: mejorar la coordinación del profesorado con el fin de incrementar el rendimiento de nuestros alumnos en relación con unos estándares de evaluación definidos.